Espacios naturales

Hablar de Lalín es hablar de naturaleza, de miradores desde los que descubrir que colores como el verde, el ocre, el amarillo o el púrpura pueden tener cientos de matices.

Robledales, sotos y bosques de cuento engalanan este municipio. Imponentes árboles como los robles de “Vilatuxe”, “Espinosa” o “Bermés”, el alcornoque “sobreira do Vento”, el “Árbol do incenso de Rodís”, y tantos otros, se elevan como majestuosos centinelas del paso de la historia.

Lugares mágicos como “Souto de Quiroga”, “Carballeira de Barcia”, “Carballeira do Rodo”, tesoros medioambientales como “A Serra do Candán” o “Sobreiral do Arnego” son lugares que invitan a cerrar los ojos y escuchar el cantar de los pájaros, el viento acariciando las hojas, el rumor de los cientos de arroyos y cascadas, donde sentir el abrigo en invierno, el frescor en verano, el perfume de las flores en primavera o de las alfombras de hojas en otoño... ¿Cuánto tiempo hace que no sientes una paz semejante?

Robledal de Barcia

El roble es el árbol más representativo de Galicia. Su dura madera fue empleada para la construcción de barcos y se dice que para hacer la flota de la Armada Invencible fueron cortadas grandes extensiones de robledales. Hasta no hace mucho fue la materia prima esencial en la construcción de viviendas, para traviesas de ferrocarril y para la elaboración de carbón. Aún hoy se sigue utilizando como combustible en el rural gallego.

Este robledal, con una superficie de 30.000 metros cuadrados, era propiedad del cercano palacio de Barcia. Cuenta con ejemplares de más de doscientos años, plantados de tal forma que desde cualquier perspectiva se ven ringleras perfectamente alineadas; característica que la convierte en uno de los lugares más fotografiados de la comarca.


 

Coordenadas
42.6258333, -008.1902778
Imagen Robledal de Barcia