Lalín es tierra de artistas y de amantes del arte, y se nota en sus calles. Una buena forma de recorrer la villa es descubriendo sus esculturas. Algunas se han convertido en símbolos del ayuntamiento, como la dedicada al aviador Loriga o la estatua del cerdo.
Unas monumentales, otras discretas, unas figurativas, otras abstractas. Todas tienen una historia detrás, anímate a descubrirla!
Dos obras diferenciadas pero relacionadas entre sí, situadas en el mismo parque, en la localidad natal de Joaquín Loriga, Prado. Joaquín Loriga es uno de los Hijos Ilustres de Lalín y nació en el Pazo de Liñares, sito a poca distancia de este parque.
Militar del ejército del aire, como se aprecia en el uniforme que luce en este busto, fue el encargado de realizar el vuelo de prueba del autogiro de Juan de Lana Cierva en 1926. Poco después, en ese mismo año, se embarcó en la mayor aventura de su vida, junto con otros dos pilotos Gallarza y Estevez y los mecánicos Pérez, Calvo y Arozamena. Recorrieron más de 18.000 kilómetros entre Madrid y Manila, a bordo de dos Breguet 19, en dieciséis etapas durante treinta y ocho días. Este trayecto está reflejado en otra escultura del parque, en la que, sobre un gran disco pétreo aparece el mapa del mundo en bronce en el que se observa la ruta sucesiva.
En 1927 Joaquín Loriga perecía en un accidente aéreo en el aeródromo de Cuatro Vientos en Madrid.
